martes, 19 de marzo de 2019

PRESENTACIÓN CARTEL EL CASTILLO DE SAN FERNANDO




16/03/2019

SALUDOS
JUNTA DIRECTIVA DEL CIRCULO DE ARTES Y OFICIOS
COMPAÑEROS DEL GRUPO MUNICIAL
COMPAÑEROS DE CORPORACION.
HERMANOS MAYORES DE COLUMNA Y DE RESURRECION
HERMANOS DE AMBAS
AMIDOS TODOS.

MENCION ESPECIAL Y AGRADECIMIENTO A LA DIRECCION DEL PERIODICO EL CASTILLO DE SAN FERNANDO


DOMINGO DE RAMOS

A esa hora mágica en la que la claridad de la tarde se escapa de la Isla por las rendijas de sus centenarios cierros, cuando la luz púrpura, mortecina, se eleva al cielo, hasta las nubes mismas, para rendirse al amor de una noche ineludible, a esa hora de contraluces y de secretos, en la que el silencio se apodera de todo el espacio, expandiéndose como una onda por el aire, en ese momento místico en el que el misterio se confiere del blancor de las fachadas, tiñéndolas de grises hasta sus altas almenas, que se asoman, entre asustadas y curiosas, a las calles para saber qué ocurre, a esa hora mágica, A ESA HORA, la silueta en sombras de un Cristo Vivo llega sutil y poderosamente. Nos va atrapando a todos y a todas, despacito, con suavidad y elegancia, con humildad y prestancia, intuyéndose en su rostro, apenas vislumbrado, esa mirada de pasión contenida, un gesto de santidad desbordada que nos sobrecoge, y es entonces, en ese justo momento, cuando un escalofríos nos recorre el cuerpo, cuando se nos eriza el  vello, cuando un nudo se apropia de nuestras gargantas, cuando se nos escapa un suspiro, nacido de lo más profundo de nuestro ser.


Llega Jesús, JESUS DE LA COLUMNA y lo hace pletórico, manso como el cordero, y orgulloso como un Rey. Benditas contradicciones de un pueblo que una y otra vez anda pidiendo escaleras para subir a la cruz, para quitarle los clavos al hombre que nos dio luz. Escena que nos embriaga a todas las personas que miramos su bendita silueta procesionar una Semana Santa más, y nos llega a todas por igual, en plural y en singular, a todas, a todas a mí, a todas y a ti, y a ti, y a ti, conquistándonos para sí, adueñandose de nosotros, y hermanándonos en ese mensaje de amor universal que predicó con su ejemplo, un mensaje de igualdad y de justicia que nos repite cada año desde ese trono de madera barnizada que lo alza ante nuestros ojos como el hombre más bello que jamás haya existido: Jesús, el Rey de los Humildes,  tesoro de la Isla, corazón que palpita al son de los mecios impregnados de la tradición más pura y más certera, la tradición más auténtica y más antigua. Cultura y alma de esta tierra, que, contagiada de amor y de pena, y herida de muerte por la pasión palpitante más sentida y más sufrida, hacen de un día ordinario como cualquier otro, un verdadero milagro: un DOMINGO DE RAMOS en San Fernando, para que, como cada año, una vez más, se vuelva a parar el tiempo. Domingo de Ramos en la Isla, el día que nacerá temprano, que azuleará por el cielo orgulloso, presumiendo de torres y de campanarios, disfrutando de la victoria de la llegada del día tan esperado, el mismo día que morirá púrpura, presagiando que todo lo que nace, ha de morir, que todo lo que empieza, ha de terminar, como alegoría de la verdad más grande.  Domingo de Ramos en la Isla, DOMINGO DE RAMOS EN LA ISLA ¿para qué queremos más?


Esta es la imagen con la que el periódico digital El Castillo de San Fernando, conmemora un año más la Semana Santa. En esta ocasión con la preciosa silueta a contra luz de Jesús de la Columna, Hermandad que, por cierto, se encuentra celebrando su 125 Aniversario Fundacional y, por tanto, permítanme que aproveche para que en el nombre del periódico El Castillo de San Fernando, y en el mío propio, felicite a la hermandad por tan relevante efeméride.

Esta es la aportación que hace este periódico a la ciudad, su regalo valioso, la manera que tiene de apoyar y promocionar las cosas de aquí, y es justo reconocer que este gesto, de solidaridad y compromiso, no es ni gratuito ni fácil. Me consta que es mucho el sacrificio.  Siete años en San Fernando, desde el 2012 cuando se iniciara este proyecto, y al frente de este, una mujer apasionada, soñadora, emprendedora, que no duda en estar allí donde la llaman, colaborando, implicándose. Esther Gracia Vega, la Directora y propietaria, desde que adquiriera la marca al Grupo de Comunicación Digital.


Desde que lo hiciera, afronta su misión con una ilusión envidiable, ilusión que contagia a todos quienes la tratan. Ella no es de aquí,  pero como si lo fuera. Me cuenta que es de  muchos lugares, Zamora, Sevilla, Valladolid o Madrid, ciudades por las que ha pasado, recabando finalmente en esta tierra, de la que también me consta que es una gran enamorada.

Gracias Esther por esta implicación tuya, no solo con la Semana Santa, sino con todo lo que concierne a la ciudad de San Fernando. Espero y deseo de todo corazón, que tu trabajo dé los frutos esperados, porque es de justicia que quien siembre recoja. Que así sea.


Para mi gusto, que soy hermano de Columna ya casi cincuentenario, no podían haber elegido una mejor Hermandad, pues es por todos conocido el sentimiento que siempre he profesado a esta preciosísima imagen, que si bien ya me cautivó en mi adolescencia con esa pose de humildad ante el dolor, ante la humanidad imperfecta, que ni controla ni entiende, que castiga y lastima sin compasión alguna,  no deja de hacerlo a diario, cautivarme digo, cada vez que la veo, y es que, lo quieran creer o no, a Jesús de la Columna lo tengo muy, pero que muy presente siempre, tanto, que lo veo todos los días de mi vida, porque así lo decidí de manera voluntaria, colocando un precioso azulejo con su imagen en la fachada de mi casa. Desde allí la preside y allí lo siento, como escudo protector, simbolizando en resumen, el infinito inexplicable de mi verdadera fe, materializándose en ese punto de manera alegórica,  la totalidad de la sustancia que me recuerda, cada día, que allí está, mirando por mí y por los míos, evocando el universo inabarcable de un Dios hecho Misterio que todo lo puede y todo lo explica, que todo lo comprende y lo perdona, EL DIOS DEL AMOR, que un día se hizo hombre y habitó entre nosotros, para mí, precisamente EN MI CASA.


Felicitar al autor por esta instantánea tan irrepetible. Su nombre, Antonio Quintero Bozo, uno de los fotógrafos cofrades que van consiguiendo año tras año, que su nombre aparezca impreso en más de un lugar, con letra grande y en mayúsculas. Este es su cuarto cartel cofrade para el Periódico el Castillo de San Fernando, y así seguirá siendo en el futuro, por expresa voluntad de la dirección del mismo. Este año ha sido además premiado por la Asociación de Jóvenes Cargadores Cofrades y las Hermandades de Tres Caídas, Caridad, Columna y Perdón, que lucirán sus valiosas obras por los escaparates de los comercios de la ciudad, una obra hecha carteles, con la maestría que aporta la experiencia que poco a poco Antonio va atesorando. Él es hermano de Nazareno desde el año 81, año en el que también ingresó como hermano de la Misericordia de Cádiz, o la Hermandad de la Palma, como la conocen. Pertenece también al Santo Ángel, de la Castrense gaditana desde su refundación, y como fotógrafo forma parte de la Asociación FOCOIS de San Fernando, donde es muy apreciado y querido, como le ocurre con este periódico, del que es su fotógrafo cofrade oficial.


Esta imagen, evoca al verla una tormenta de ideas, de sensaciones encontradas. Por un lado, teniendo en cuenta que la imagen se captura en la calle 24 de Septiembre, creo que lo que el autor pretendió conseguir fue resumir la esencia de la ciudad entera. San Fernando, expresado desde un lugar y un instante concretos, en el momento justo de disparar la cámara, un atardecer en penumbras, y concretamente en la calle 24 de Septiembre, fecha que nos recuerda a los lugareños el génesis de la ciudad como tal,  en la que se innauguró la Asamblea Constituyente, para la celebración de aquellas Cortes de Cádiz, aquellas Cortes que pariesen a la Pepa, nuestra hija predilecta,  con todo lo que ello significa de progreso y de avance en los derechos para la humanidad.  Mirar y ver este cartel, es mirar y ver a la Isla entera, presentir la fuerza de su historia, apreciar la idiosincrasia de todo un pueblo. Y es que no se puede hacer más con menos. Enhorabuena Antonio, porque nos haces un regalo grande, una fotografía que quedará coleccionada, guardada, expuesta o recordada en muchos lugares para contarrnos todo esto que he dicho. 


Por otro lado, y siguiendo con esa línea filosófica que abrió el Consejo de Hermandades, publicando este año un cartel muy innovador en cuanto a su forma apaisada, y muy valiente y aristotélico por sus características estéticas y artísticas, pues pretende expresar, mediante el empleo de tonos grises, y ciertamente así lo consigue José Juan Díaz Rodríguez con su brillante discurso, que la centralidad debe ser considerada como una de las mejores virtudes de los hombres: el valor de lo centrado, EL CENTRO, en este otro cartel esa expresión artística es radicalmente diferente, porque en  esta otra ocasión nos encontramos con una imagen que bien podría trasladarnos al mito de la Caverna de Platón: La expresión perfecta del mundo de lo sensible, un Cristo en penumbras, visto a contra luz, como si estuviese alumbrado desde atrás por esa llama encendida que simboliza el mundo de las ideas, o mundo inteligible, donde descubrimos todo aquello que existe eternamente, predisponiéndonos a aceptar la esencia de la verdad absoluta, una verdad que predica en sí mismo, con su ejemplo y su mensaje. OBVIAMENTE ESTAMOS ANTE UNA CARTEL MUY PLATONICO.

Una sombra de la verdad proyectada sobre la pared, en la caverna de nuestras almas, invitándonos a buscar esa escalera mística que permita elevarnos a ese otro nivel, ese otro mundo donde la visión de esa verdad es posible, alumbrada por ese sol, por esa llama que viene a ser DIOS MISMO,  ese Dios del Amor que todo lo ilumina y lo calienta.  Alegoría de valores buenos que deben impregnarnos el alma, motivarnos en el esfuerzo, cargarnos de las fuerzas para luchar cada día por ser siempre libres y mejores personas, más justas y honestas, más limpias, más transparentes, más fuertes y felices. 


¿Quién me presta esa escalera
para llegar a la luz,
para escapar de las sombras
y del dolor de esta cruz?
¿Quién me presta esa escalera
para subir de verdad
hasta ese credo de amor
que me de la libertad
y me cure del dolor?




Muchas Gracias.

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