domingo, 4 de diciembre de 2011

El Gobierno de los Mediocres.

El Gobierno de los Mediocres.
Querido ciudadano:
 Le escribo para rogarle que haga un breve ejercicio de introspección mental. Quiero que medite, que reflexione sobre una cosa importante. Estoy totalmente convencido de que todos hemos participado,  de una u otra manera, en una gran mentira: “El PP ha ganado las elecciones”. Eso dicen todos, pero  no es verdad. Es esa precisamente  la gran mentira, que el potencial mediático del que dispone la derecha  de este país, nos está haciendo creer. España no es de derechas, la historia de nuestra democracia demuestra todo lo contrario, pero nos están lavando el cerebro con este mensaje constante, ante la grave situación de crisis, convenciéndonos de que ellos son la única solución posible, y no es verdad.
                Me gustaría que analizara los datos numéricos, porque bien estudiados, hablan por sí solos. El PP obtuvo en las elecciones generales del dos mil ocho  10.064.524 votos, y en el dos mil once 10.834.693. Ha crecido un  7,65 %.  En cambio el PSOE en dos mil ocho obtuvo 11.064.524 votos, más que el PP ahora, cantidad que en las elecciones de dos mil once se ha reducido a tan solo 6.973.880 votos. Esto quiere decir dos cosas, la primera que ha perdido un 36,97 % de su electorado, personas desencantadas, desengañadas de la política basura que padecemos, gracias especialmente a una oposición sin conciencia, totalmente irresponsable y egoísta, cuyo único interés ha sido el partidista, y nunca el general,  y la segunda, si comparamos los porcentajes de crecimiento de un partido y de disminución del otro, que el PP no ha ganado, sino que ha sido el PSOE quien ha perdido, de manera clara y manifiesta.
                Sea como fuere, le corresponde al PP legítimamente formar gobierno, así es la democracia, pero ello no quita que el gobierno que tendremos no estará compuesta por vencedores, por políticos que hayan sabido conquistar una mayoría con un mensaje esperanzador, o con atractivas sugerencias, o un programa excepcional. El gobierno que tendremos en España, será el de los que han tocado techo, esos que no podrán crecer por encima de donde lo han hecho, un partido cuya mejor política en la campaña electoral ha sido el silencio, a sabiendas de que si informaba de sus pretensiones, restaría en su haber  un importante porcentaje de la intención de voto.  El PP gobernará sin programa electoral, porque es un partido sin iniciativas y sin imaginación. La política requiere de un cierto grado de creatividad de la que el PP carece.  Su política se reduce al recorte puro y duro, a reducir el gasto sin importarles las consecuencias que ello pueda llegar a significar.
                Serán cuatro años de arrepentimiento, en los que muchos ciudadanos contemplaremos sin poder hacer absolutamente nada,  como este nuevo ejecutivo desmantela sin conciencia el estado del bienestar que tanto ha costado conseguir. Ya lo podemos ver  en comunidades como Valencia o Madrid, donde gobiernan. Abaratan la sanidad y la educación públicas, en  beneficio empresas privadas, generando una oportunidad  de negocio para aprovechados que harán su agosto sin miramientos y sin escrúpulos. Una sanidad y una educación públicas más baratas serán obviamente una sanidad y una educación de peor calidad, dirigidas por tanto a personas sin recursos que no se puedan permitir acudir a servicios privados de calidad. Esto es un atentado contra la igualdad y la solidaridad. El pobre será en breve mucho más pobre aún, y el rico será más rico.
                El PP no ha hecho nada para ganar las elecciones, ha esperado como buitre carroñero a que la crisis mundial terminara de rematar un gobierno agonizante, derrocado por las circunstancias económicas. Ha estado esperando simplemente a que el gobierno les cayera en las manos,  como fruta madura, sin hacer nada verdaderamente honroso por conseguirlo, asechando desde lejos, aprovechándose de la desgracia ajena que lo beneficiaba.  El PP no ha aportado ninguna idea constructiva que ayudara verdaderamente a España, no ha querido en ningún momento, formar parte de la  sinergia necesaria para poder levantar este país, sabedores de que la desventura del PSOE, por la mala situación económica de España en el conjunto de Europa, el alto índice de paro y todo lo demás, que ya conocemos,  les beneficiara.  Con toda esa carroña, bien manejada desde potentes medios de comunicación que dicho partido maneja, ha  intoxicando e infectando la consciencia de muchos de ustedes, porque sabía  que para llegar al gobierno tenía  que mermar el potencial de la izquierda, desilusionando a su electorado y dividirlo, en vista de su incapacidad para crecer, y lo lamentable de todo esto es que lo han conseguido.  Ellos siguen siendo los mismos de siempre, pero nosotros somos menos, y estamos rotos.
Ahora serán ellos quienes se pongan al frente, los que gestionaran este país, en esta situación de crisis más que preocupante. Y yo me pregunto: ¿Qué pasará con los parados a los que les negarán las prestaciones que han estado percibiendo hasta ahora? ¿Qué pasará con los enfermos más costosos para el sistema, especialmente aquellos menos desahogados  que no puedan  costearse  un seguro privado? ¿Y con los hijos de los pobres, de los obreros,  cuando no puedan hacer un máster por que estos estarán reservados a los hijos de quienes puedan pagarlos? ¿Qué será de la Seguridad Social? ¿Y de las Universidades? ¿Qué pasará con los trabajadores de este país, que verán impotentes, chantajeados por empresarios sin escrúpulos que se aprovecharan  vilmente la crisis para reforzar su situación de privilegio, y que no dudarán en recorta sus salarios y sus derechos sociales?  ¿Tendrán que ser, como siempre, los más pobres y desfavorecidos, los que paguen los platos rotos de esta crisis injusta que ha provocado el capitalismo más salvaje que hayamos conocido nunca? ¿Qué pasará con España? Miedo me da.
                ¿Sabe que pienso? Estoy plenamente convencido de que de esta crisis solo se sale por la izquierda. En Andalucía aún estamos a tiempo. No se deje engañar. Piense y decida con libertad por usted mismo. No permita que se salgan con la suya.

Ignacio Bermejo Martínez.