viernes, 30 de octubre de 2009

San Fernando, belleza natural.

Habemos mucho que queremos a San Fernando,
muchos que sentimos como un corazón rojo late en nuestro interior
y que mantenemos intacta la esperanza del cambio.
Si quieres a San Fernando, participa del latido de este corazón rojo.
Yo amo San Fernando





Una de las cosas desconocidas de San Fernando, es Urrutia, un lugar ligado a la Guerra de la Independencia que se debería de rescatar y mantener para incremento cultural e histórico de nuestro pueblo.

http://www.youtube.com/watch?v=rSvR0r9w8T0

martes, 27 de octubre de 2009

La genialidad



¿Os habéis planteado alguna vez en qué consiste esencialmente la genialidad? Yo creo que ser genial es contar con la capacidad de comprender el orden del Universo y expresarlo con sencillez. ¿No es eso lo que hace un compositor cuando nos emociona con sus composiciones? ¿O un poeta con sus versos? ¿O un científico con la fórmula matemática o física capaz de explicar un efecto determinado hasta entonces incomprensible?

La genialidad es la capacidad que tiene el ser humano de ordenar el mundo en el que vive, creo.


Sean geniales y buenos.


Con cariño... Ignacio.

sábado, 17 de octubre de 2009

Recuerdos de Federico García Lorca


Hoy, haciendo limpieza en casa, me he reencontrado con un pequeño libro que tengo desde hace años y que casi había olvidado. Es una vieja antología de los poetas del 27 que compré cuando joven, una edición de bolsillo, por supuesto, por aquel entonces no tenía para mucho más.
Aquella antología la leía una y otra vez, absorbiendo su poesía como si fuera el mejor de los perfumes, respirando sus letras.
Aquel libro fue durante muchos años mi libro de cabecera, y cuando mis sueños de ser escritor y vivir de la literatura aún estaban intactos, solía, cada vez que escribía, encender una vela y abrir aquel pequeño libro, siempre por la misma página, la 222, en la que se puede leer el Romance Sonámbulo de Lorca, un poema que dedicó a Gloria Giner y a Fernando de los Ríos.
Esa página conserva aún hoy los lamparones de la cera derretida de aquellas velas que alumbraron mis sueños adolescentes de escritor. Al cogerlo hoy, el libro se ha abierto prácticamente sólo por esa página, y allí, junto al poema, una ramita seca de tomillo que cogí en Viznar, concretamente en el lugar donde se supone que estaba el gran poeta descansando.
Ahora, desde la templanza y la distancia que te dan los años y la madurez, recuerdo aquellos sueños, todas aquellas noches en vela, escribiendo poemas, todas aquellas ilusiones y esperanzas que fueron forjando el hombre que soy.
Curiosamente hoy me he enterado que aquella fosa en la que descansa Federico será abierta para recuperar los restos de dos compañeros suyos en aquel lastimero trance de su fusilamiento. Todo ha sido casualidad, os lo prometo. Mi vida está llena de estas curiosas casualidades. Algunas incluso me ponen la piel de gallina. Esta no, esta me ha emocionado al transportarme a otros tiempos.
Para mí, como para mucho de vosotros, Lorca siempre estuvo vivo. Su espíritu renace cada primavera en aquellas florecillas malvas que crecen en la tierra que con su cuerpo alimenta. Flores que se convierten en aire, aire que se transforma en letras que forman palabras, versos, poemas.
Lorca siempre estuvo vivo, y es así por el hecho de que es imposible matar a aquel que es capaz de enraizar en el corazón de la gente.
En mi corazón está, ha estado siempre, siempre vivo, siempre presente.

jueves, 8 de octubre de 2009

Mi anciana amiga


Tengo una amiga que es muy mayor, casi ronda los noventa años. El otro día, hablando con ella, me contó que cuando era joven el hombre de quien estaba locamente enamorada la dejó embarazada, pero no quiso hacerse responsable de sus actos y la dejó abandonada para siempre.
Eso, en aquellos tiempos, era una gran desgracia. No obstante, ella supo luchar con los abetares de la vida y se repuso a las adversidades.
Se casó siendo madre y de su matrimonio nacieron otros dos hijos. A todos los quiso por igual.

-¿Y su marido?- le pregunté curioso.
-El pobre se murió hace años.
-Verdaderamente aquel fue su primer amor.- le dije como queriéndome hacer cómplice de ella en sus circunstancias.
-No, te equivocas- dijo mirándome a los ojos con mucha valentía. –Mi primer amor fue el que fue. Yo ni me arrepiento ni reniego de él. Estuve enamorada como una loca de aquel pobre sin vergüenza que salió huyendo a la primera de cambio. En verdad, reconozco que nunca he dejado de estarlo. De mi marido... a mi marido siempre lo quise mucho, muchísimo. Él era un buen hombre. Un hombre bueno al que siempre le estaré tremendamente agradecida, pues me tendió una mano, y lo hizo sin reparo. Jamás me reprochó nada, pero como te digo..., aunque le quise, porque es cierto que le quise mucho, nunca estuve enamora de él. Esto es algo triste, pero es cierto.
Aquella confesión me dejó sin palabras. No supe qué decir. Cuando nos pasan estas cosas, lo mejor es no decir nada. Yo me limité a agachar humildemente los ojos, concentrando la mirada en mis dedos que jugaban de forma autónoma, casi en automático, a tamborilear sobre la mesa. Ella también se quedó absorta mirandolos.
Sirva este post como homenaje para ella y tantas como ella.
Un beso a todas.