sábado, 17 de noviembre de 2012

Yo mismo



Callaros todos, dejadme en el sosiego,
del mi silencio amigo, 
de esta paz sobrevenida y esperada.

Dejad que solo alcance alguna vez eso que quiero
para olvidar que vivo, de mi mismo, perdido.

Que de mi mano extendida renazca nuevamente la poesía
mi poesía
en la noche oscura del desvelo
porque ella es la flor crecida para la luz del día,
en un lienzo sin pintar,  no terminado.

Dejadme vivir, vivir mi vida,
buscando en cada instante  la esencia de mi mismo
y reencontrarme de nuevo con quien soy.

Dejadme mirar, que quiero mirar y verme
asomándome al espejo de mi abismo
para gritar, valiente y sin temor,  que aquí estoy,  y soy yo mismo.