Para mí es muy sospechoso la manera en la que se explota
el tema de los gaseros de Navantia. Y digo esto porque es muy curioso que se dé
la primicia de la noticia en “El Mundo”,
un periódico que puede estar actuando como avanzadilla de los intereses
del gobierno de Rajoy, que puede estar lanzando, de manera sesgada, este globo
sonda, para que estalle en la opinión
publica y provoque el miedo de los
trabajadores de esta empresa naval, que temen por la pérdida de sus puestos de
trabajo.
Esto puede parecer descabellado,
lo entiendo, una maquinación, pero tengamos en cuenta las últimas actuaciones
del Ministro Wert, con el tema de las becas
Erasmus. Creo que lo ocurrido deja en evidencia de manera patente la
estrategia que está empleando este Gobierno, en el caso de la Educación,
asustando a los estudiantes, y ahora a
los trabajadores de nuestros Astilleros, porque estarán ustedes de acuerdo en
que cualquier trabajador, ante una noticia como esta, víctima del miedo, cede
gran parte de sus derechos y su salario. Los trabajadores, rehenes del
miedo, se ponen de rodillas y ceden
ante la presión inhumana del capitalismo más despiadado. La historia se vuelve
a repetir. Siempre son los mismos actores, con el mismo resultado.
La derecha española ha tenido la
habilidad, hay que reconocérselo, de
hacernos creer a todos que no hay otro camino posible. Que sólo podremos
salvarnos de la crisis por la vía rápida de los recortes, de la privatización y
el desmontaje del estado del bienestar.
La gente está convencida de esto, y lo están, porque antes se han encargado de inocular el virus del miedo, un
miedo que nos acalla, que nos paraliza, que no transforma y nos amansa. Estrategia antigua y bien conocida por
todos, remontémonos al tiempo de las viejas asustadas de Cádiz, pobres ancianas
que temían perder sus casas.
Menudo papelón tienen sobre su
tejado el Alcalde de San Fernando y Presidente de Diputación, Sr. Loaiza, y la
Sra. Teófila, Alcaldesa de Cádiz, ambos del PP. Ahora les toca a ellos lidiar
con este toro, porque aunque es cierto que la Dirección de Navantia tiene que
dar una explicación por el lío que se ha montado con las noticias
contradictorias sobre el contrato de los gaseros, Loaiza y Teófila han de rematar
en la Bahía de Cádiz esa estrategia que
sigue su partido.
El Mundo ha dado la bofetada, y ahora ha de llegar el que les afloje
los cinturones a los trabajadores para bajarle los pantalones. Eso es lo que
van a hacer precisamente Loaiza y
Teófila, buscar la manera de vender una falsa esperanza, y lo harán sin ningún
pudor, porque si asustaban en Cádiz hace año,
tampoco les tiembla la mano cuando la alzan en Madrid para votar
precisamente lo contrario de lo que prometen aquí, vendiendo a los trabajadores
sin pudor y sin vergüenza política.
Ambos son expertos en todo esto
de poner al toro en suerte, para que se le dé una buena estocada. Ahora nos
toca al resto, saber si estamos dispuestos, una vez más, a comulgar con esa
política del miedo y del aquí todo vale, o desacreditar a esos que no miran por
los intereses reales del pueblo y se preocupan de cumplir a la perfección con
el dictado de otros segmentos políticos que obedecen a otros intereses.
Ignacio Bermejo