viernes, 30 de enero de 2009

Educación para la Ciudadanía


Como era de esperar, al final se ha impuesto la lógica y tras dos días y medio,
el Pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha decidido por una aplastante mayoría de 22 votos a favor y sólo 7 en contra que no es posible acogerse al derecho a la objeción de conciencia respecto a Educación para la Ciudadanía, lo que convierte esta asignatura en obligatoria.
El Supremo ha fallado sobre los recursos de casación presentados contra la sentencia del Tribunal Superior de Andalucía, que reconocía el derecho de los padres a la objeción de conciencia, sin necesidad de detallar en qué puntos estaban en desacuerdo con la asignatura, y las del Tribunal Superior de Asturias, que desestimaron la objeción porque los padres demandantes no concretaron en qué puntos discrepaban.
A mí, ¿qué quieren que les diga?, me satisface muchísimo la sentencia porque con ella se está respaldando una asignatura que puede o no gustar, pero que en absoluto debería ser motivo para tanta movilización social ni controversia.
Lo que verdaderamente les escuece a algunos de esta asignatura, dejémonos de hipocresías, es que ha sido planteada en un plan de estudios diseñado por un gobierno socialista, puesto que quienes la critican, desconocen su contenido, como se ha podido deducir del contenido de la sentencia.
Como padre de alumnos en edad estudiantil, lo que me preocupa es que mis hijos salgan de secundaria sin saber escribir ni leer correctamente, con faltas ortográficas y sin un nivel óptimo de conocimientos y cultura.
Creo que es muchísimo más preocupante la merma sistemática en los niveles de educación de unos años para acá, que el hecho de estudiar o no Educación para la Ciudadanía, así que no me subo al carro de los que niegan esta asignatura, ni secundo el posicionamiento absurdo de un determinado partido político, hoy en la oposición.
Pienso que deberíamos de preocuparnos de cosas más importantes que de ésta porfía sobre la tan cuestionada asignatura. Independientemente de ello, guste o no guste, hoy por hoy es ilegal impedir que los alumnos reciban esta educación, de la misma manera que negarse a que se formen en matemáticas, lengua, historia, física, química y tantas otras asignaturas, entre las que incluyo religión, la cual debería estar al alcance de todo aquel que desee recibirla, con independencia del credo que profese.
De hecho, ha sido eso exactamente lo que ha dictaminado el Pleno de la Sala del Tribunal Supremo, llegando a la conclusión de que en los casos estudiados no existe el derecho a la objeción de conciencia, pues los decretos tan cuestionados sobre Educación Secundaria, no perjudica el derecho fundamental de los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.La mayoría de las denuncias existentes, han sido más bien un problema de tolerancia y democracia, pues la oposición de este país acostumbra, como estamos viendo, a radicalizar siempre sus protestas como estrategia política, aunque se ha demostrado que eso es un error. Díganme si no, ¿qué es eso de obligar a estudiar a los alumnos esta asignatura en Inglés en aquellas comunidades autónomas gobernadas por el PP? ¿No es eso poner trabas? ¿Acaso en eso cosiste gobernar con responsabilidad? ¿En complicarles la vida a los estudiantes? A veces no entiendo nada de nada.

sábado, 24 de enero de 2009

El Real Teatro de las Cortes.


El pasado día 22 a las cero horas de la madrugada, estuve sentado pacientemente frente a la pantalla del ordenador para comprar unas entradas para función de Joan Manuel Serrat en el Real Teatro de las Cortes, el próximo 15 de marzo a las 20.00 h. Hasta el momento nunca lo había hecho, quizás por eso observé algunas cosas que me sorprendieron sobremanera. La primera de ellas, justo en el momento de conectar con la web, al ver cómo se ponían a la venta menos de la mitad del patio de butacas, pues el resto ya estaban reservadas con anterioridad. Reconozco que aquello me chocó, lo que me indujo a comprobar la normativa del teatro, donde me constaté que aquello era reglamentario: se trataba de las localidades que habían sido adquiridas por medio del sistema de abono, el cual se publicita y se explica clara y correctamente en aquel mismo lugar, asegurándose que bajo esta modalidad sólo se ponen a la venta un 50% del total del aforo, por eso había tan pocas localidades disponibles.
Lo segundo sorprendente fue ver como las pocas sillas que quedaban libres, se agotaban a un ritmo vertiginoso, teniendo en cuenta que rondábamos la una de la madrugada. Tanto es así que casi me quedo afuera por equivocarme al teclear mi número de tarjeta, teniéndome que conformar con localidades más atrasadas de las que deseaba. Lo tercero y más sorprendente de todo, fue enterarme de que aquel mismo día, a las 14:00 horas se agotaron la totalidad de las entradas disponibles, por tanto, durante la mañana se pudieron vender muy pocas en taquilla y ninguna por la tarde. Esto, que es algo bueno para los intereses del teatro, no lo es tanto para muchos ciudadanos interesados en el evento, puesto que no podrá ver la función de Serrat.
Les prometo que no trato de criticar vanamente el sistema empleado en la venta de entradas, sino aportar algunas sugerencias con espíritu creativo, para mejorar el uso del teatro, sobre todo en actos que levanten tanto interés y que tienen tanta afluencia.
El sistema de abono empleado, no siendo del todo malo, pues es lógico que se trate de garantizar lo máximo posible la rentabilidad de la mayoría de funciones teatrales, no es el instrumento más adecuado en ocasiones como esta, pues este tipo de eventos que tienen asegurado el cartel de completo deberían programarse al margen de dicho sistema, como ocurre con otras funciones.
Me parece mal que para estos espectáculos de máxima expectación se reserve con antelación un 50% del aforo, pues eso no deja de ser un privilegio injusto para aquellos que tienen un nivel adquisitivo alto y se pueden permitir ir al teatro asiduamente, algo impensable para bolsillos más modestos.
Este tipo de espectáculos, a demás de programarse fuera de abono, deberían de tener más de una función, para que el uso del teatro sea más justo y equitativo de lo que es, sobre todo, teniendo en cuenta el inconveniente de su reducida capacidad.
Esto no es nada nuevo, pues creo recordar que ya se ha hecho con anterioridad, como ocurrió en el caso de Peter Pan, una obra que vino fuera de abono y que repitió función, resultando ser un gran éxito. Algo parecido se está haciendo también con La Gran Final, de Martínez Ares.
Yo pido desde estas líneas que los responsables del teatro se esfuercen un poco más para acercarlo al pueblo. El teatro es ciertamente de San Fernando, afirmar lo contrario sería injusto, pero en éste caso, no basta con serlo, sino que además debe parecerlo. ¡Por un teatro más accesible y asequible!

jueves, 22 de enero de 2009

EL SAGRARIO (Esperanzas de paz en una guerra)

Sobre las aguas del muelle,
sobre las aguas negras,
una barca pequeña sigue meciéndose
ajena a todo lo ocurrido.

Las aguas lamen con dulzura
su fondo de madera.

Y son eternas,
incansables, las aguas que mecen la cuna
donde reposa, escondido,
callado, en silencio,
guardando en mi corazón,
un gran sagrario vivo:
el poder invencible de la palabra,
el poder invencible del pensamiento,
el poder invencible del sentimiento
el poder invencible del amor.


Sobre las aguas del muelle,
sobre las aguas frías,
una barca pequeña flota
y en ella sigo vivo.



Un flor roja para cada palestino, víctimas de una injusta masacre, como simbolo de fe, de esperanza, de amor y de paz.

viernes, 16 de enero de 2009

La Señora Nebrera (Para Publicaciones del Sur)


Las declaraciones de la señora Montserrat Nebrera sobre la forma de hablar que tenemos los andaluces es solamente el último episodio de una historia larguísima que se repite lamentablemente con demasiada asiduidad en los medios de comunicación, aunque no siempre tengan el tirón mediático de esta última ocasión, por no tratarse de una metedura de pata política tan contundente y sonora como ésta, que ha terminado pasándole factura, como no podía ser de otra forma, porque esta diputada catalana del PP ha demostrado, con su ignorancia y su insolencia, no ser merecedora de ocupar su escaño en el parlamento, pues la falta de respeto y la incultura no deben ser ejemplo para la palestra.
Ella es una más de los muchos que desconocen que hemos sido los andaluces quienes han escrito "el mejor castellano de España", partiendo de la base de que Cervantes se inspiró, más que en ningún otro lugar, en esta tierra, siendo por tanto, más andaluz que madrileño, lo que no digo yo, sino el poeta y director del Centro Andaluz de las Letras, Pablo García Baena, una persona muchísimo más versada y autorizada para hablar sobre la extensa y vasta Cultura Andaluza.
Nadie debería olvidar jamás que fue un cordobés, Góngora precisamente, quien "enriqueció el lenguaje” de una manera notable.
El habla andaluz es el que se ha extendido por Hispanoamérica, con la generosidad y la fidelidad que éste pueblo siempre ha demostrado hacia el estado al que pertenece. El habla andaluz es, se reconozca o no, la simiente más fructífera de nuestro idioma, el que más lo ha enriquecido, el que más ha aportado, y el que más lo ha extendido allende nuestras fronteras. Si no, que le pregunten al Instituto Cervantes, el más favorecido de los efectos benéficos para el estado español de nuestra manera de hablar.
Andaluces ilustres fueron Federico García Lorca, el más grande de entre los grandes, Vicente Aleixandre, Premio Nacional de Literatura, Juan Ramón Jiménez, Premio Nóbel, también de Literatura, los hermanos Álvarez Quintero, Antonio y Manuel Machado, Alberti, y tantas y tantas personas que han pasado por el mundo hablando en andaluz, como el célebre actor Antonio Bandera, baluarte en Hollywood de nuestra tierra, Blas Infante, político visionario y padre de nuestra patria, Carlos Cano, cantante, Julio Romero de Torres, pintor de la mujer morena, Manuel de Falla, músico genial que se inspiró en las olas de la mar, Paco de Lucía, guitarrista de sones imposibles, Picasso, irrigador de una nueva forma de ver el mundo desde el arte, Velázquez, ejemplo de nuestra historia, Camarón de la Isla, cantaor, paisano y el numero uno del flamenco universal.
Son muchos, muchísimos andaluces los que con su trabajo, su esfuerzo, sus éxitos y logros personales, tal y como dice nuestro Himno, son hombres de luz que a los hombres alma de hombre han dado.Andalucía es mucho más que un acento. Andalucía es luz, progreso, alegría, inteligencia, honradez. Andalucía es una bandera blanca y verde que ondea en pos de la esperanza y la paz. Andalucía es el grito de un pueblo en defensa de la libertad y de los valores humanos más profundos. Yo me siento muy orgulloso de ser andaluz, entre otras cosas, porque como solemos decir aquí, no ofende quien quiere, sino quien puede, y la señora Nebrera no tiene categoría para eso.

miércoles, 14 de enero de 2009

ESPERANZA (Homenaje a las víctimas palestinas en Gaza)

Todo es hoy negro
pero tras el negro, la luz,
y en la luz el aire,
y en el aire el viento
y en el viento la vida
y en la vida la esperanza.

Hoy hay miedo
en cada mirada.

Allí donde nada existe,
todo es eterno.

El valor surgirá de lo más hondo del miedo.

La luz vencerá a lo oscuro
y al fin veremos que todo,
absolutamente todo,

es amor.

Hoy todo es negro,
pero el negro será luz,
y en la luz el aire,
y en el aire el viento,
y en el viento la vida,


y en la vida la esperanza del amor.

(Espero que los corazones de todos los seres humanos se unan para formar una llama poderosa que alumbre las conciencias para alcanzar, de una vez por todas, las paz en el mundo)






lunes, 5 de enero de 2009

El regalo

Como siempre hacía en la víspera de Navidad, aquel hombre estuvo dando vueltas por la calle, perdido bajo la luz de las guirnaldas que adornaban la ciudad, buscando los mejores regalos para sus seres queridos.
A su hijo pequeño le compró el balón de reglamento que tanto ansiaba. Sabía que no había nada más deseado. Para el mayor un piano con el que cultivar aquel don tan especial que siempre tuvo para la música, y para su mujer un pequeño frasco con un exclusivo perfume con olor a esencia del jardín de la alameda, para que recordase siempre que se lo pusiera el preciso lugar donde se enamoraron una noche mirando las estrellas del firmamento.
Mientras hacía aquellas compras, estuvo también buscando algo para sí. Su mujer le había dejado encomendado que así lo hiciera para que también él tuviera un bonito regalo aquella noche, pero nada terminaba de interesarle. Buscó mirando por todos los escaparates, pero no encontró nada que le llamara la atención. Lo cierto es que hacía tiempo que no echaba nada en falta. Era feliz con lo que tenía y no necesitaba ni deseaba nada más. Como nada le satisfacía, temió haber perdido la ilusión por las cosas, haberse vuelto un hombre insensible o desesperanzado y comenzó a preocuparse.
Regresó a su casa un poco desengañado y triste pensando que su mujer se enfadaría con él al no haber encontrado nada que le gustase, y así fue, pues a pesar de los regalos que llevaba para todos ella se disgustó.
-¿Cómo no has pensado en nada para ti? Tú te lo mereces todo- le dijo. -¿Cómo es que no has encontrado nada que te guste? Que no tengas un regalo me entristece. Debe haber algo que desees, algo que te ilusione y que quieras para ti- Su esposa tenía razón. Seguro que en algún lugar habría algo interesante, pero de momento nada se le ocurría.
Estuvieron pensando juntos un largo rato, hablando sobre qué podía ser aquel regalo, hasta que un amigo le llamó al teléfono para decirle que la hermana Matilde había fallecido y que se enterraría aquella misma tarde.
-¿La hermana Matilde? ¿Y quién es la hermana Matilde?
-Chiquillo, ¿no conoces a la hermana Matilde? Es una carmelita descalza del Convento de la Santísima Trinidad, el que está frente al Liceo del Sagrado Corazón.- Se esforzó cuanto pudo queriéndose acordar, pero lamentablemente no conocía a ninguna hermana Matilde y ni siquiera recordaba haber estado en aquel convento que su amigo le decía.
-Yo nunca he estado en el convento.
-¿Qué no? Es el de la Hermana Cristina.
-Sí, lo sé, pero nunca he tenido la oportunidad de visitarlo.
Aquel amigo era muy importante para él, y como por lo visto era muy trascendental que asistieran al entierro de la monja, acepto acompañarle, aunque sin entender muy bien qué pintaba él en todo eso.
-Seguro que te gusta la experiencia- afirmó su amigo ilusionado, palabras que sólo sirvieron para desconcertarlo más aún.
-¿Es que a alguien puede gustarle estar en un entierro?- Se preguntaba para sí no dando crédito de las palabras de su amigo.
Cuando llegaron al convento la puerta estaba abierta. Dentro, en la capilla, unas pocas personas esperaban a que el sacerdote comenzara el responso. Su amigo no se conformó con entrar en la capilla, y quiso ver a las monjas a través de la reja. Allí, justo en el centro de la estancia estaba el féretro con la difunta, y alrededor todas las demás monjas que, curiosamente, en contra de lo que esperaba, parecían sonreír mientras cantaban salmos al Señor.
Su amigo se las presentó como si en ello le fuera la vida. Las iba nombrando de una en una, al tiempo que se fueron acercando gentilmente para saludar, la Madre Inmaculada, Priora del convento, la hermana Beatriz, la hermana María, la madre María Teresa, la hermana Mercedes, la hermana Raquel y otras tantas, como la hermana Antonia, o Margarita, o Ana María, o Elena con las que finalmente se hizo un lío de nombres en la cabeza. Lo cierto era es que nunca se le dio bien memorizar los nombres de las personas, así que tras la misa que se celebro córpore in sepulto, justo en el momento en que su amigo le invitó a entrar en el interior del convento de clausura para cargar con el féretro, no sabía a ciencia cierta quien era cada cual.
En silencio fue llevando sobre su hombro el ataúd de la hermana fallecida hasta lo más adentro del convento, justo hasta el lugar donde se encontraba el cementerio en el que otras monjas descansaban ya eternamente, entre ellas, la hermana Cristina, tan querida y venerada.
Mientras el sacerdote terminaba el sepelio descubrió el lugar exacto donde reposaban los restos de la hermana Cristina, beata y próxima santa de la Iglesia, y se acercó con recogimiento, porque quería acariciar su lápida, y así lo hizo con todo el respeto y la devoción posible.
Tras el atrevimiento, se volvió temeroso de encontrarse con la reprimenda de alguna de las hermanas, pero se topo con los ojos sonrientes de la hermana Raquel, que en aquel instante le pareció una santa. Su mirada era dulce, comprensiva, cariñosa. En absoluto había un reproche, más bien todo lo contrario, como si con su gesto esbozara un gesto de agradecimiento.
-¿De agradecimiento?- pensó en aquel mismo momento. -¡No son ellas las que tengan que agradecerme nada en absoluto!. Más bien soy yo el que debo mostrarme agradecido por permitirme entrar y vivir esto.Se giró buscando a su amigo que seguía rezando. Mientras lo observaba terminó por entender que aquel hombre le acababa de hacer un gran regalo, posiblemente el mayor que podrían hacerle aquel año: el compartir mediante el vinculo poderosísimo de la amistad sincera el misterio indescriptible de la fe. Y no dijo nada, sencillamente guardó silencio, y en silencio rezó, como su amigo, mientras pensaba cuan afortunado era.

Este relato surge de la amistad que tengo con Paco Luna, de la que me precio, y de la que me siento muy dichoso. Con toda mi gratitud.