martes, 19 de marzo de 2019

ACTO DEL CARGADOR DISTINGUIDO 2019



INTERVENCION POR LOS DIFUNTOS
ACTO DEL CARGADOR DISTINGUIDO 2019

Dicen que Dios es la sustancia que todo lo forma, que todo lo une,  que en Él estamos inmersos como atributos, integrando parte de un todo al que pertenecemos de manera irrenunciable y del que no podemos separarnos, porque todos formamos parte de Él. Sustancia universal que todo lo abarca, que todo lo inunda y lo llena, que todo lo puede y lo conquista, que todo lo vence y lo convence, concepto que explica todo lo conocido y lo desconocido, todo lo pasado, presente y futuro, todo lo que está y lo que no está, todo lo que es y no es.

En este sentido, y a modo de oración a ese Dios de la Unidad  yo digo:
“Non nobis Domine,      non nobis,       sed Nomini Tuo da Gloriam!”  oración con la que rezaban a diario los soldados pobres de Cristo,  del Templo de Salomón,  de Jerusalén, o lo que es lo mismo,   los Caballeros Templarios de los que en nuestra Hermandad ha adoptado su Cruz de San Juan que tan orgullosamente lucimos en nuestra indumentaria procesional. Cruz roja bordada de ocho puntas, que relucen como lo hacen las ocho bienaventuranzas, y que en este momento quieren representar igualmente a los ocho cargadores que este año han fallecido:

Pedro Placido Jiménez, Perico el Perro, Cargador Distinguido 2012.
Luis Sánchez Ordoñez, capataz de Cristo Rey.
José Miguel Petralanda Muñiz, el Petra.
Andrés Sánchez Marín, el Policía.
Sebastián Rosales Piñero.
José María Gil Ruano, el Capacha.
Antonio Valverde Muñoz.
Y Agustín Sabao Moreno.

Ocho cargadores que, como aquellos soldados de Cristo, con su particular manera de vivir la fe bajo los pasos, cargando con la maera, también dieron testimonio y rezaron el conocido Salmo 113:9: “No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria, por tu bondad, por tu lealtad”  Así murieron quienes donaron el sacrificio de la carga durante toda sus vidas, como una oración en el dolor, queriendo representar en su sufrimiento la inmolación de Cristo.
Que ese Dios Absoluto, que ese Dios del Amor, los haya acogido por siempre en su gloria.
Descansen en paz.


Ignacio Bermejo Martinez

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