HOLOCAUSTO

Queridos amigos: Ultimamente hay alguien que me indigna sobremanera. Se trata del expresidente Aznar con sus libros, tratandonos de engañar una vez más al decir que él tiene la receta, la única receta posible, para salvar la crisis. Me indigna porque nunca pidió perdón por sus mentiras, aquellas que causaron una guerra en Irak donde murió tanta gente injustamente. Para mi el fue cómplice de lo que sucedió allí y ni lo olvido ni lo perdono, pues no se debe ni se puede jamás olvidar la muerte de inocentes sacrificados con mentiras, ni perdonar a sus ejecutores.

En cuanto a la crisis... ¿ahora viene queriendonos salvar? Él, precisamente él, el padre de la cultura del pelotazo, aquel que apostó por el ladrillo como único medio de levantar España.

Que se quede donde está, que nadie necesita de sus consejos para nada.

Miedo a guerra de Irak.

Aquellas lenguas de fuego
abrasaron nuestras almas.

Candelas, candelas fueron
que no bebieron del agua.

Llegaron hoces de hierro,
y nos abrieron las carnes,
y partieron nuestros cuerpos,
llenando nuestras gargantas
de lamentos tristes y oscuros.

Se descorcharon las venas,
brotando sangre en cascada,
sangre humilde e inocente
para la tierra preñada,
preñada de rojo vivo,
rojo pasión de esperanza.

Sentimos escalofríos,
de soledades malvadas,
al ver tantos niños muertos
con sus miradas sesgadas.

Olor a carne podrida
y a basura amontonada.
¡Maldita guerra inhumana!