Hace unos días, podíamos leer en
la prensa un titular que llamaba la atención, como no podía ser de otra
manera: “Cásate y sé sumisa”: el modelo de matrimonio que
propone el Arzobispado de Granada” titular publicado por el periódico digital
elplural.com, que no dejaba a nadie
indiferente.
Y en la página de facebook de una amiga que criticaba
esto, se produjeron dispares y diferentes opiniones, como en botica, que diría mi madre. Algunos molestos por la
crítica hacia la Iglesia, y la mayoría,
obviamente, escandalizados por lo retrógrado del titular, especialmente en
tiempos en los que la igualdad de género se ha convertido en una bandera alzada
por las manos de muchísimas personas que
creemos con honestidad que sólo desde la igualdad se emprende el
verdadero camino para construir una
sociedad más justa y más evolucionada, en la que todos tengamos las mismas
oportunidades.
“Cásate y sé sumisa”, el título
de un libro firmado por una escritora italiana, Costanza Miriano, que nos propone
un modelo de matrimonio ciertamente trasnochado y que en el fondo, yo pienso, se trata realmente de
una estrategia de marketing para vender muchos libros, en este caso basura
escrita, pero libros al fin y al cabo. Y les confieso que, como hombre de iglesia que me siento, eso es lo que me decepciona
aun más, porque si bien no comparto la idea de un matrimonio donde los dos no
sean iguales, me duele el hecho de que se emplee a la Iglesia como plataforma
de lanzamiento de un producto hacia el mercado con la intención de hacer caja.(¿Qué dirían estos vendedores que venden libros en el templo, ante el látigo de Jesús? ¿A caso no fue esto mismo lo que criticó, lo que trató de evitar y contra lo que se enfrentó?)
La Iglesia, la católica y todas,
no están para vender libros, sino para redimir almas y para ayudar al prójimo.
Esas intenciones mercantilistas son propias de empresas con ánimo de lucro que
no hacen nada de manera altruista. La fe no puede ser un instrumento mercantilista
y quien haga eso desde el seno de la Iglesia, no es digno de pertenecer a ella.
Cabe la posibilidad de que le hayan metido un golazo por toda la escuadra a Javier Martínez, Arzobispo de Granada, quien ha podido ser
utilizado por la periodista italiana,
que ha demostrado ser una gran conocedora de los ambientes hieráticos,
pero eso es poco probable, a tenor de
la reticencia del prelado a retirar la publicación, sosteniendo que el libro expone un
interesante punto de vista de la familia cristiana ya que está inspirado en la
frase de San Pablo a los Efesios “esposas, estad sujetas a
vuestros maridos”
Me parecería poco honrrado por mi parte, tragarme sin más esto que me parece un despropósito. Hay que ser valientes, y más en defensa de la puereza de la idea que define nuestra fe. La fe es algo ciertamente serio, algo trascendental, que no debemos permitir que nadie manipule ni mal emplee.
Me parecería poco honrrado por mi parte, tragarme sin más esto que me parece un despropósito. Hay que ser valientes, y más en defensa de la puereza de la idea que define nuestra fe. La fe es algo ciertamente serio, algo trascendental, que no debemos permitir que nadie manipule ni mal emplee.
No obstante, basta profundizar un poco en el perfil de Constaza
Miriano, para descubrir a una persona muy contraría a cómo se prodiga, pues
aunque parece que piensa como una monja de clausura, eso es lo que ella trata de hacernos cree, su imagen es la de una
mujer atractiva y moderna que sabe lo que quiere y a donde va, experta en usar
a la perfección los medios de que dispone. En este caso, nada que objetar en
absoluto, pero que nadie espere que actuemos mansamente, ni que sumisos vayamos
a comprar el libro, porque si algo me ha molestado en la vida, es el hecho de
que me tomen por tonto.
Ignacio Bermejo Martinez
1 comentario:
Ser y parecer se contradicen, generalmente.
De sumisa, se me ocurre no tiene nada.
De lo contrario no escribiría, se le tendría prohibido.
Abrazos.
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