mi alma tiembla,
al oírte, Camarón,
y mi alma se hace tuya,
y mi alma se hace una,
cuando cantas mi Tarara
con cola de seda
entre la retama
y la hierbabuena
¡Ay Tarara sí!
Ay tarara no!
¡Ay Tarara niña
de mi corazón!
dándole alegrías
al almendro en flor!
¡Ay tarara niña
de la Isla Buena!
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