sábado, 17 de octubre de 2009

Recuerdos de Federico García Lorca


Hoy, haciendo limpieza en casa, me he reencontrado con un pequeño libro que tengo desde hace años y que casi había olvidado. Es una vieja antología de los poetas del 27 que compré cuando joven, una edición de bolsillo, por supuesto, por aquel entonces no tenía para mucho más.
Aquella antología la leía una y otra vez, absorbiendo su poesía como si fuera el mejor de los perfumes, respirando sus letras.
Aquel libro fue durante muchos años mi libro de cabecera, y cuando mis sueños de ser escritor y vivir de la literatura aún estaban intactos, solía, cada vez que escribía, encender una vela y abrir aquel pequeño libro, siempre por la misma página, la 222, en la que se puede leer el Romance Sonámbulo de Lorca, un poema que dedicó a Gloria Giner y a Fernando de los Ríos.
Esa página conserva aún hoy los lamparones de la cera derretida de aquellas velas que alumbraron mis sueños adolescentes de escritor. Al cogerlo hoy, el libro se ha abierto prácticamente sólo por esa página, y allí, junto al poema, una ramita seca de tomillo que cogí en Viznar, concretamente en el lugar donde se supone que estaba el gran poeta descansando.
Ahora, desde la templanza y la distancia que te dan los años y la madurez, recuerdo aquellos sueños, todas aquellas noches en vela, escribiendo poemas, todas aquellas ilusiones y esperanzas que fueron forjando el hombre que soy.
Curiosamente hoy me he enterado que aquella fosa en la que descansa Federico será abierta para recuperar los restos de dos compañeros suyos en aquel lastimero trance de su fusilamiento. Todo ha sido casualidad, os lo prometo. Mi vida está llena de estas curiosas casualidades. Algunas incluso me ponen la piel de gallina. Esta no, esta me ha emocionado al transportarme a otros tiempos.
Para mí, como para mucho de vosotros, Lorca siempre estuvo vivo. Su espíritu renace cada primavera en aquellas florecillas malvas que crecen en la tierra que con su cuerpo alimenta. Flores que se convierten en aire, aire que se transforma en letras que forman palabras, versos, poemas.
Lorca siempre estuvo vivo, y es así por el hecho de que es imposible matar a aquel que es capaz de enraizar en el corazón de la gente.
En mi corazón está, ha estado siempre, siempre vivo, siempre presente.

15 comentarios:

© José A. Socorro-Noray dijo...

Por fin se podrán cumplir los dos versos de Federico en ese Romance Sonámbulo.

"Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama."

Siempre presente.


Un abrazo

Sara dijo...

Esas casualidades existen y están ahí por algo y para algo, tod@s estamos enlazados en este universo con un sentido, aunque no lo sepamos percibir casi nunca...tus entradas siempre magníficas.
Un abrazote Lorquiano

Silvia dijo...

hola poeta!que maravilla lo que te ha sucedido...las cosas de la vida...DonFederico un genio...y nunca mueren los grandes....
gracias por compartir...visitarte es un placer...y tu blog es un lujo.besotes.
silvia cloud

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Entrada muy emotiva,llegas.
Romancero Gitano....me has incitado a buscarlo, sus hojas están amarillas.

...con ojos de fría plata....

Besos y amor
je

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

.

mia dijo...

Cuanta verdad!

Si fuera posible dar con sus huesos!

Su alma y su obra viven en quienes

le queremos!

besos

Ana dijo...

No soy aficionada a Lorca, pero si que por extrañas cosas de la vida estuve en su casa alli en Fuente Vaqueros, y si no has ido y te gusta tanto, te aconsejo que vayas.. es una casa mas.. pero tiene un encanto especial.. se puede respirar su armonia.
Un beso!

Anónimo dijo...

Que hermoso recordar nuestra juventud y reencontrarnos con ella en un trozo de papel que nos llega al alma.

Yo estuve allí.

Anónimo dijo...

Romanos 10. Si confiesas con tu boca que Jesucristo es tu Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salv@.

Soledad Arrieta dijo...

Garcia Loca, qué poesía, qué ideología ese hombre... Que lindo encontrarme con su recuerdo entre tus letras...
Caiños!

Buenos dias con Poesía dijo...

Yo también tuve una casualidad extraña sobre un ensayo del duende de Lorca que como buen andaluz te aconsejo que busques. Una joya.

Por cierto. Quiero recordar que eras tú el que te reías de mis marcas en 6000 metros hace algo más de un año. Je, je, je...un triste jugador de padel como Aznar. El domingo acabé la maratón de Estambul en 4 horas, 29 minutos y 58 segundos. Ahora qué palangana...

ROCIO dijo...

Grande fue y entre los poetas y lectores siempre ha de vivir.

Cordial saludo.

Rocío

SHE dijo...

Primero agradecerte la visita, segundo que me alegra conocer al
escritor del blog y sus obras, muy buenas!

Lorca fuè mi dolor de cabeza en la universidad pero me gusta su apasionamiento, su vigor, su ìmpetu.

Gracias Ignacio ,un gusto.

Anónimo dijo...

Querido Ignaci: Lo que haces no pasa desapercibido, y tanto sembrar en positivo algun día te dará frutos. No habrá mano para tanta cosecha. Se feliz. Te lo mereces.

Steki dijo...

Muchos no mueren nunca porque perduran a través de sus letras, como Lorca.
Muy lindo este post, Ignacio.
Beso para ti.
STEKI.