Rosado, apasionado, creciendo como el fuego
rotundo y rebosante hasta romper la rama
de un corazón de fruta que derrama
su jugo con dulzor, hasta vaciarse entero.
Rosada, apasionada y grande la granada
deshecha en mil granitos de locura
sabroso manjar que con ternura
se confunde en deseos de enamorada.
Y quise ver un poco más allá de su mirada
y vi la luz oscura y deprimida
de la pasión dormida y evocada.
De un ángel triste nacido de la tierra
con pretensión prohibida de fruta deseada
con alma que en amor es ciega y siempre yerra.
6 comentarios:
Hola Ignacio.
Mi fruta preferida, la granada, la de niñez, la llevo en el alma.
Tengo en una maceta un árbol de granadas, pequeñitas pero presentes están en mi casa.
Gracias por este post.
Alicia
Granada roja, rosada, enamorada, y hasta de tonos libidinosos y acompañados de granos de tomidez, exquita fruta, imagen y letras.
Saludos
Tengo el frutero lleno de granadas y después de leerte tengo que ir a comerme una ;)
BESOS Y FELIZ NOCHE
Ignacio, manejas como nadie las palabras. Te imagino recitando este poema y la verdad es que me emociona mucho.
Precioso poeta, precioso.Un placer leerte y sentir esas letras.
Abrazotedecisivo
Que alegría ver que vuelve el Ignacio poeta porque es mucho mejor que el político y el futbolero... Un abrazo "ompare".
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