Un grave error político

Que el PA rechace la mano que le tiende el PSOE para gobernar, es un grave error para los intereses de San Fernando. Más aún, teniendo en cuenta los pésimos resultados obtenidos en las pasadas elecciones, pues aunque es cierto que extrapolar el comportamiento electoral del ciudadano de unas elecciones locales a otras nacionales puede llevar a conclusiones erróneas, no se puede negar que este partido se queda en una difícil situación de desamparo para ejercer, con garantías, su gestión de gobierno, al haber desaparecido radicalmente del panorama político.
Y aunque también es justo reconocer que el PP ha obtenido una cierta mejoría, quisiera subrayar que el ganador en San Fernando ha vuelto a ser, una vez más, el PSOE, quien ha obtenido la sexta victoria consecutiva, con record histórico incluido, pues ningún partido hasta el momento ha obtenido los 23.488 votos que lo abalan y lo acreditan como las más clara alternativa. Esto, obviamente tiene varias lecturas. Por un lado, una clara mayoría está apostando por un cambio en San Fernando, algo que se hace cada vez más necesario, y por otro lado, se está condenando el pacto PA- PP por el gravoso costo de futuro que conlleva, pues se convierte en un tapón que impide el desarrollo de nuestra ciudad.
El PA, ciertamente mermado en las urnas, tiene la obligación moral de actuar con más responsabilidad. No puede permitir que San Fernando se enclave en un letargo a la espera de que se le acabe el tiempo que le resta. Con ello, sólo retrasa lo que cada vez es más inminente. Otra alternativa, con más proyección y más futuro, es posible. No reconocerlo, es entorpecer al desarrollo y al progreso que la ciudad merece y necesita, por legítimo que sea mantenerse en el gobierno.
El futuro de todos los ciudadanos de San Fernando no puede ser una encrucijada incierta, ni estar hipotecado políticamente, o paralizado en los tribunales de justicia. San Fernando necesita una inyección de ilusión y aire fresco que no puede ofrecer el PA, aunque quisiera. Negarse a un cambio en el gobierno, dado el mapa político del Estado, se puede convertir en una trampa perjudicial para los intereses de la ciudad. Coincido con Maria del Carmen Pedemonte, al afirmar que son los ciudadanos las verdaderas víctimas, pues son ellos los que esperan del gobierno local una gestión solvente, capaz de solventar los muchísimos problemas que padecen, y hoy por hoy, es el PSOE el más acreditado para poderla realizar. (Al menos el 47,33 % de los votantes opinan así)
No quiero discutir sobre las buenas intenciones que pueda albergar el PA, pero como partido no es el instrumento más apropiado para gestionar esta ciudad. Al perder su representación parlamentaria se ha quedado imposibilitado y desacreditado para actuar como gestor de nuestro futuro, y ésa es una realidad que debería asumir con responsabilidad y con respeto a la mayoría, cada vez más pujante.
Decir esto, no es en absoluto mezquino. Opino que todo lo contrario. Disponer de los medios necesarios para que San Fernando progrese y ponerlos a la disposición de los intereses generales, es un gesto de generosidad política indiscutible. Mezquino es no querer ver la realidad. Mezquino es continuar con los ojos cerrado y negar lo evidente. No obstante, con independencia de lo que se haga en el municipio, quisiera felicitar sinceramente a los dos partidos que han crecido en San Fernando, tanto en numero de votos, como en porcentaje de participación, el PP y el PSOE, aunque a este segundo muy especialmente, dadas las exitosas cifras que afianzan su crecimiento imparable.